Errores de cada día.  

Posted by Crow


Cada día sorteo los coches camino al trabajo, de mi casa, de mi familia, del mundo que he construido, a lo que algunos dirían como: "¡a producir!". Después, terminamos por caer en la trampa, víctimas de nuestro ego y nos agarramos a lo que representa el uniforme, la corbata o a la bata blanca. Vestidos con estos adornos, nos sentimos realizados, importantes, protegidos con la armadura. Con el tiempo, ya no nos reconocemos, nuestros apellidos cambian, toman nombres de profesiones y pasan a definir nuestro estatus social.

No tardarán en llegar los golpes generados por los ambientes competitivos, golpes de los que quedaron atrás, de los que hicimos a un lado y, finalmente, el más duro de todos, no saber quién eres, te has conviertido en el personaje que interpretas. El caminar de ese ser patético no termina aquí, entramos en una vorágine de justificaciones y de autoengaño que nos ayuda a ir tirando, sin rumbo, a lo que en muchos casos será el desastre.

Trato de tener presente que el camino, quizás, me conduzca a lo que no quiero ser, y trato de no perderme de vista a mi mismo y, todo, sin renunciar a disfrutar de mi papel, de ser feliz durante ese tiempo, o como diría Mihaly Csikszentmihalyi:
"a estar en estado de flujo".



Entrevista de Eduart Punset a Mihaly Csikszentmihalyi

Sobre el Amor Romántico  

Posted by Crow

Nos sorprende mucho, que públicamente alguien pueda reconocer que formó una familia como estrategia de adaptación a las circunstancias de su viva sin tener en cuenta lo que entendemos como amor romántico. Podemos pensar, que renunció a su libertad o a sus sentimientos. Sobran motivos y los conocemos de sobra, tanto a través de la historia de nuestras propias familias, como del presente. Motivos como: escapar de la familia, de la miseria, garantizar un futuro, pura ignorancia…


Podemos, en muchos casos, pensar que estamos realmente enamorados, pero estoy convencido, de que, previamente, seleccionamos el grupo al que pertenecerá o tipo de persona que queremos y todo es una especie de engaño dulce, donde nos convencemos de nuestro amor. En una ocasión, una mujer me dijo:
"puedo enamorarme de quien quiera", y creo que es cierto (se pueden imaginar como terminó la cosa) pero, no hablaba de amor romántico.


Creo en la existencia del amor romántico, lo he vivido, y me parece, que
Helen Fisher lo define muy bien cuando dice: "Yo tengo que decirles que sí, que todo es química. Cada vez que producimos un pensamiento, o tenemos una motivación, o experimentamos una emoción, siempre se trata de química. Sin embargo, se pueden conocer todos y cada uno de los ingredientes de un pastel de chocolate, pero todavía nos gusta sentarnos y comerlo. De la misma manera, podemos conocer toda la química que hay detrás del amor romántico –todavía no la conocemos toda, pero estamos empezando a conocerla en parte- y todavía ser capaces de captar toda su enorme magia".



La química del amor





El Ser Humano es Extraordinario  

Posted by Crow in

Por increíble que nos parezca, hay personas que piensan que los pasillos y corredores están hechos para que ellos puedan pasear con sus batas blancas, de una forma más propia de un desplazamiento sobre ruedas, que de un caminar sobre piernas humanas. En estos lugares, dan cabida a su fascismo intelectual, a su autocomplacencia en el pensamiento de que soy superior al resto. Gente que podría argumentar todo, incluso, su propio holocausto interno. Personas tan soberbias, como para pensar que, de existir un Dios, está en deuda con ellos.

Entre toda esta selva negra, encuentro pequeños Budas compasivos y extraordinarios, capaces de verter amor en la mano del enfermo. Madres de prestado, que cantan nanas al bebe enfermo. Budas de blanco que escuchan y devuelven ternura. Desahuciados que consuelan a sus familias..., niños sin pelo que juegan despreocupados…

Me gustaría pensar como ese grupo de enfermos psiquiátricos de la radio La Colifata que, en un anuncio de refrescos, dicen: "el ser humano es extraordinario", pero, mucho me temo, que sólo algunos de ellos.



La Colifata